Rompiendo las convenciones vigentes, posteo tres comentarios suscitados por una de mis antiguas entradas, "La protesta de los funcionarios", que he encontrado revisando qué habría escrito yo antes con la etiqueta derechos sociales. Vaya, me ha sorprendido todo lo que había allí. De la sensación de que poseía una inesperada clarividencia: por debajo de todo, siempre quedaba la ilusión de que si la gente pudiera percibir el medio adecuado para canalizar su hartazgo, aunque se tratara sólo de permitirle oír su voz, de dar cuerpo visible al descontento y comenzar una nueva solidaridad, habría una oportunidad real de cambio. Sólo que ignoraba cuál podía ser ese medio, cuál la pequeña chispa de algo nuevo: algo que no se limitara a pedir, a mendigar, cosas de los poderosos, que ya han demostrado sobradamente el caso que hacen ("olímpico desprecio": el vínculo entre estas dos palabras no es casual), ni mediatizado por partidos políticos minoritarios y siempre sospechosos.
Por lo que a mí respecta, si hablaba al vacío desde este blog (internet es un pozo al que lanzamos palabras, no sabemos si alguien las encontrará, les prestará atención), lo hacía como mi modesta forma de contribuir a que se produjera lo que parece que está en marcha con los campamentos del 15-M: zapa autónoma, casi autista, del sistema.
Por lo que a mí respecta, si hablaba al vacío desde este blog (internet es un pozo al que lanzamos palabras, no sabemos si alguien las encontrará, les prestará atención), lo hacía como mi modesta forma de contribuir a que se produjera lo que parece que está en marcha con los campamentos del 15-M: zapa autónoma, casi autista, del sistema.
Si se me permite la digresión, quiero decir que en ese camino, como antes en otros, siempre me consolaron y dieron fuerza las palabras con las que empieza El Humanisferio, de Joseph Dejacque (cortesía de la Biblioteca Virtual Anarquista "Conciencia Libertaria"), la primera "utopía anárquica", que se empezó a publicar, oscuramente, en 1858, y es una obra lúcida, poética y magnífica que merece y quizás obtenga un post aparte: "Este libro no es un escrito, es un acto".
Cerrado el paréntesis, procedo al motivo original de esta entrada, que no destaca por la claridad, supongo: pero la asociación de ideas me ha parecido significativa.
Susana, como ves, por casualidad he descubierto que, efectivamente, te llamé incendiaria. Y reclamo que me dés una parte de razón: la acción directa no violenta, escogida desde un principio en los hechos y en los acuerdos por acampadalogñ, puede funcionar. Ha funcionado a lo largo de la Historia, acaba de funcionar en países vecinos, es potente y contagiosa. Como dirían los diggers (camino del autopastiche):
"Mostrar amor es fracasar. Amar fracasar es la Ideología del Fracaso. Muestra Amor. Haz lo tuyo. Hazlo GRATIS. Hazlo por amor. No podemos fracasar".
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Susana R. Verano dijo...
- La violencia está al caer. Pero a lo mejor es la chispa de
Frankenstein que necesitamos para reaccionar y dejar de ser zombies.
Porque está claro que, individualmente, la crisis no nos importa, lo que
le ocurre al vecino nos da igual... hasta que nos ocurre a nosotros.
Como decía mi abuelo: "Esto no es crisis. Crisis es no tener pan para
comer y pegarse por las migas.". Será eso lo que necesitamos.
Como insinúa constantemente Pérez Reverte, a lo mejor deberíamos dejarnos de tanta palabrería y cobardía e ir a linchar a estos sinvergüenzas, a esta clase social de explotadores, a la Carrera de San Jerónimo y/o a sus lujosas viviendas. O como mínimo, agarrarles de la solapa y no soltarles hasta que cumplan con la voluntad y las verdaderas necesidades del pueblo. -
19 de mayo de 2010 15:19
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Jesús Ruiz Pérez dijo...
- Pero qué incendiaria eres, Susana. Que llegara la violencia sería
lamentable. Tenemos otros recursos: si no vale el juego democrático, se
refunda. Más democracia, una democracia radical, y no violencia.
Demasiada violencia es ya el propio capitalismo.
Pero entiendo perfectamente cómo te sientes. Esto se va a pique y nadie hace nada. Nos hace falta la chispa de la que hablas. ¿De ilusión? -
19 de mayo de 2010 16:12
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Susana R. Verano dijo...
- No puedes refundar algo que no controlas. El control pertenece a la clase política, que es una secta prácticamente impenetrable. Por otra parte, como he dicho, la inmensa mayoría no está interesada en participar de esos cambios, de esa refundación, se conforma con las migas. De manera que... Sí, la violencia sería lamentable, pero es muy posible (tristemente) que sea el único recurso realmente efectivo. Lo reconozco, me avergüenza llegar a esa conclusión. Me hace sentir embrutecida. Hasta ese punto son miserables.
Lo reconozco, soy incendiaria. Creo que es bueno y malo. Me gustaría saber cuándo y cómo es bueno y malo. Como sea, sigo pensando exactamente lo mismo que hace un año.
ResponderEliminarDices que "la acción directa no violenta, escogida desde un principio en los hechos y en los acuerdos por acampadalogñ, puede funcionar". Cierto, podría, pero aún no funciona.
De momento no puedo darte la razón porque todavía no se ha conseguido realmente nada con el movimiento 15M. Y cuando digo "nada" me refiero a cambios nítidos de tendencia (opinión y acción) en la mayoría de las personas, que conduzcan a logros reales que favorezcan a la ciudadanía, que nos otorguen el poder que imperativamente debemos tener en democracia y terminen con esta dictadura encubierta. Cuando eso suceda, en ese momento, te daré la razón.
Te conformas con poco. Yo no puedo. Hasta el día de hoy, 15M solo es una pequeña sorpresa agradable. Nada más (y nada menos, lo reconozco, teniendo en cuenta el amuermamiento anterior). Pero aunque no nos guste, hay que decir que sigue siendo un movimiento minoritario, principalmente juvenil, con escaso apoyo y divagante en sus formas y contenido. Idealista, bienintencionado, poético, hermoso... Sí, sin duda. Sin embargo, la inmensa mayoría de la ciudadanía solo lo observa como algo simpático que, para muchos, ya empieza a resultar molesto (comerciantes y vecinos de Sol y otras plazas).
Sé que 15M y sus seguidores (entre los que me encuentro) lo entienden como un proceso lento. Pero a mí se me antoja excesivamente lento, estancado por momentos, y con divisiones claras (acampadas sí vs. acampadas no, los 3 puntos vs. propuestas más concretas, politización vs. politización no, etc). El momento clave para calar o no era la campaña electoral y las elecciones. Sí, aumentaron el voto nulo y en blanco, pero no de una forma importante, contundente. Y el 33% de abstención casi siempre ha estado ahí.
15M sigue dirigiendo sus consignas a los políticos que nos desgobiernan. Error. No sé para ti, pero para mí el discurso, los menosprecios y las burlas de los dos grandes partidos y de los medios de comunicación, especialmente los peperos, no solo demuestran que no escuchan nada, además son una agresión para el Movimiento. Teniendo en cuenta que el PP va a gobernar con mayorías absolutas en casi todo este país... yo veo un futuro negro para 15M. No descarto la intervención policial y la deriva violenta. Como te dije el otro día, nosotros no podemos dar el primer paso violento, pero ellos lo harán o simularán que lo hemos hecho nosotros. Terminarán con 15M.
Es evidente que tú y yo coincidimos casi totalmente en las inquietudes y deseos de cambio y democracia, pero percibimos de manera muy distinta el éxito o el fracaso de los movimientos sociales porque, sinceramente, me cuesta encontrar ejemplos de "ha funcionado a lo largo de la Historia, acaba de funcionar en países vecinos, es potente y contagiosa". ¿Qué ha funcionado en países vecinos? A Mubarak lo han sustituido por alguien del gusto de Occidente. Punto. Los cambios reales se verán a largo plazo.
Perdón por la extensión del comentario. Cuando comento tus entradas tengo más peligro que un gremlin bajo la lluvia. Besos...
P.S. Me gustan los diggers, pero ese lema es estúpido.
Alcanzo a ver como tú los obstáculos, los peligros, el riesgo de bloqueo y de cansancio. Pero me quedo con esa sensación de "pequeña sorpresa agradable", tan ilusionante, y con el reconocimiento de que hace falta paciencia para poder llegar a algo. Estamos aprendiendo: por nosotros mismos. También se aprende de los errores. Me apetece fracasar...
ResponderEliminarPor desgracia, empiezo a tener razón. Ha comenzado la violencia, la brutalidad policial y gubernamental. Pero no me imaginé que la excusa fuera el maldito fútbol. No quiero ni imaginar qué puede pasar si gana el Barça, salen a celebrarlo y los vándalos de siempre arremeten contra el mobiliario público o contra la propia policía. Ya lo estoy leyendo: "El movimiento 15M utiliza la violencia".
ResponderEliminarEsperemos que la carga policial de Barcelona no se generalice y que no tengamos que defendernos violentamente. Me han invadido la angustia y la náusea viendo las imágenes en televisión. Esta tarde iré a la Plaza del Mercado a manifestarme pacíficamente.
Esta coincido contigo. Es un momento crítico.
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