Siempre tuve por un héroe de la justicia y los derechos humanos a Gregorio Peces Barba, por su intervención en 1970 como abogado defensor de uno de los acusados en el Proceso de Burgos. Un Tribunal Militar juzgaba a dieciséis miembros de ETA, para seis de los cuáles se pedía la pena de muerte (acabaron dictándose nueve penas de muerte, finalmente conmutadas por el régimen franquista ante las protestas interior e internacional).
Bueno, tenía a Peces Barba por ídolo hasta encontrar hace poco estas declaraciones, con las que justificaba el fallo del Tribunal Supremo en contra de legalizar Sortu: "uno de los signos de su continuidad [con la ilegal Batasuna] es el propio señor Iñigo Iruin, que era el defensor de las causas de ETA" (el titular resulta aún más impactante: "Sortu ha cometido errores tácticos, como que su abogado sea el mismo que defendió a ETA", El País, 24-III-2011). Alucino.
Mi nuevo héroe de la justicia y los derechos humanos es Javier Pérez Royo.
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