Anoche no conseguía dormir,
y seguí un consejo de concentración del libro
visualizarme viviendo en la casa de mis sueños:
buscarle una ubicación (frente a la playa, en la Costa Dorada),
definir sus contornos, darle la forma que quiera,
las habitaciones que quiera, amueblándola.
Pues bien: imaginé, al principio,
la típica casa de película, aislada frente a una cala entre las rocas,
pero pensándolo mejor escogí una terraza,
con vistas a los árboles de una calle,
y al fondo tras los tejados el mar,
en un bloque de viviendas.
Ahora, me llega una canción por la venta,
y confirma mi decisión:
vivir sintiendo, alrededor, las vidas.
Fuente de la imagen: María Victoria Rodríguez, "Maldivas: un país entero busca dónde mudarse",
Diario del Viajero (13 de noviembre de 2008)
Diario del Viajero (13 de noviembre de 2008)
