El batllismo [seguidores del difunto José Batlle en el seno del Partido Colorado] logró recién por la ley del 23 de octubre de 1919 la secularización de los feriados religiosos: el día de los Reyes Magos, 6 de enero, se convirtió en "Día de los niños", la Semana Santa en "Semana de Turismo", el día de la Virgen, 8 de diciembre, en "Día de las Playas", y el de Navidad, 25 de Diciembre, en "Fiesta de la Familia" (Barrán-Nahum, Batlle, los estancieros y el imperio británico - Tomo 4).
Entretodos, "Festividades del Uruguay" (9 de febrero de 2008).
No obstante, descubro que la Semana Santa siguió siendo en Uruguay una fiesta móvil, hasta hoy mismo: es decir, subordinada al calendario litúrgico de la Iglesia Católica. Como en España: algo que causa más transtornos que el cambio de hora, en los hábitos de las personas y en la propia economía.
Goya, Procesión de disciplinantes (1812-1814)
Fuente: Wikipedia
España no es laica. Con motivo de la reciente prohibición de una procesión atea en Madrid (de lo que fue responsable el Delegado de Gobierno, es decir, Zapatero, tras oír el informe desfavorable del Ayuntamiento, es decir, Gallardón) he descubierto que el añejo delito de "escarnio a la religión católica" sigue en vigor. De acuerdo con el Código Penal de 1995, Capítulo IV, De los delitos relativos al ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas, Sección 2, De los delitos contra la libertad de conciencia, los sentimientos religiosos y el respeto a los difuntos:
Artículo 525.
1. Incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican.
2. En las mismas penas incurrirán los que hagan públicamente escarnio, de palabra o por escrito, de quienes no profesan religión o creencia alguna.
Tampoco tiene desperdicio el siguiente:
Artículo 526. Redacción según Ley Orgánica 15/2003, de 25 de noviembre.
El que, faltando al respeto debido a la memoria de los muertos, violare los sepulcros o sepulturas, profanare un cadáver o sus cenizas o, con ánimo de ultraje, destruyere, alterare o dañare las urnas funerarias, panteones, lápidas o nichos será castigado con la pena de prisión de tres a cinco meses o multa de seis a 10 meses.
¿"El respeto debido a la memoria de los muertos"? El Derecho también es reflejo de las supersticiones de la sociedad.
Acabo peligrosamente con una viñeta de Cyanide & Happiness.
Bueno, que España no es laica... ya lo sabíamos. La gente y el día a día lo demuestran. Como también sabemos (y si no, pues ya es hora de que lo sepas) que en este país no se cumplen las leyes al respecto. (Y a otros respectos).
ResponderEliminarUna anécdota personal. El miércoles, al salir del trabajo, vi que no podía salir del trabajo, porque al intentar abrir la puerta de la calle, la gente estaba parapetada, impidiéndome salir. La acera se encontraba absolutamente abarrotada de zombies esperando la procesión. Es decir, yo estaba atrapada. Golpeé con los nudillos el cristal, me vieron-escucharon, pero no quisieron dejarme salir. Empujé la puerta. La puerta les empujó a ellos. Seguidamente, imagínate: ¡¡¡!!!ffkjffskfkjre... hija de satán...!!!¡¡¡ Pues eso. Entonces, un municipal que había cerca lo vio, se acercó y me dijo lo siguiente: "usted no tiene derecho a circular y molestar a los ciudadanos que presencian la procesión". También me dijo, a su manera, que no tenía derecho a salir del trabajo en ese momento, que debía haber esperado, atrapada, encerrada, hasta que pasase la procesión. Les mandé al cuerno y me fui, sorteando a la multitud que ocupaba todos los espacios de las dos aceras, mientras maldecía la Semana Santa y la puñetera superstición-ignorancia de este país de supersticiosos e ignorantes que me impiden salir de mi trabajo y caminar por la acera libremente. Llegué tarde a una cita importante.
Vale: quedan muchos fanáticos, o al menos muchas personas dispuestas a serlo cuando están en masa. Tuve una experiencia similar a la que cuentas, hace algunos años: cortaron la calle por la que tenía que ir a la estación de autobuses, a la que ya llegaba tarde, y en vez de dar un largo rodeo, crucé por mitad de la procesión, entre los improperios de los zombies espectadores que, una vez dentro, se resistieron a dejarme atravesar por la otra acera para salir del recorrido, con hostilidad y creo que hasta odio en los ojos. ¿Querrían que hiciera penitencia detrás de los pasos para expiar mi culpa? Sufrir como Cristo.
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