"De forma clara, los y las jóvenes de 18 a 25 años se dividen en dos líneas de tendencia que apuntan a la necesidad de establecer (y apoyar en consecuencia) cambios profundos en el sistema económico, político, social e institucional, o a la continuidad del funcionamiento de dicho sistema, sea o no con ciertas reformas.
La primera de las posiciones, es decir, la que apuesta por una crisis del sistema, por un cambio profundo y radical, es mayoritaria y cercana al 50% de los y las jóvenes. Sin embargo, en el otro polo, se encuentra también un 28% que apuesta por la continuidad con reformas y un 9% que apoya, sin duda alguna, el mantenimiento del sistema y su funcionamiento tal cual está establecido. No llega al 9% el grupo más pesimista, o inhibido, que considera que los y las ciudadanos no pueden hacer nada para resolver la situación actual".
Elena Rodríguez San Julián y Juan Carlos Ballesteros Guerra,
Crisis y contrato social. Los jóvenes en la sociedad del futuro,
Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud y
Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), Madrid, 2013