Manuel Rivas en mi "insti"

Privilegios de la docencia: hoy he tenido el placer de asistir en mi lugar de trabajo a una conferencia del escritor Manuel Rivas, que está pasando unos días en Logroño como jurado del IV Premio Logroño de Novela (en esta ocasión ha ganado el periodista David Torres). Trabajo en un centro de educación de personas adultas, el Plus Ultra, y tanto la asistencia de alumnos como la participación en la ronda de preguntas han sido muy satisfactorios. Y Manuel Rivas ha estado estupendo. Cercano, poético, reivindicativo, con espacio para el humor y para la sensibilidad.

Manuel Rivas en la presentación de su último libro publicado, el poemario

La desparación de la nieve, escrito en las cuatro lenguas cooficiales de España.

Fuente: Actualidad Orange, 

"La desaparición de la nieve, un bosque de la biodiversidad creado por Manuel Rivas" 

(14 de abril de 2009)

Oírle ha confirmado mi reencuentro con la ficción: Manuel Rivas nos ha remitido al origen tradicional y antiquísimo del relato, que forma parte de la vida y es anterior a la escritura, y nos ha recordado que el decir sirve para hacer. Quiero recuperar aquí dos de sus afirmaciones de esta mañana. Una, que hay que combatir la manipulación del lenguaje (uno de mis temas favoritos, la rampante neolengua): por ejemplo, subrayar que la seguridad no es un término exclusivamente militar y policial (aspectos a los que tiende a ser reducido), y que una de las máximas situaciones de inseguridad la padecen los cientos de millones de personas que pasan hambre en nuestro planeta. Dos, que no sólo hacen literatura los escritores (entrañable el relato de cómo en su casa, después de la jornada de trabajo, su familia se reunía para contar historias, con las vacas del corral asomadas a la vivienda a través de las ventanas que comunicaban ambas estancias).

Pero también nos ha recomendado algunos de los libros que influyeron en su modo de escribir y ver el mundo.  Y ha ironizado sobre su compromiso militante a la hora de escribir artículos para El País, recordando que su madre le advirtió, cuando era pequeño, que no hiciera como su padre (albañil): "¡Búscate un trabajo en el que no te mojes!". Intenso y memorable, Manuel Rivas.