Como parte de mi vocación ciudadana y también de mi oficio, suelo recopilar aquellos artículos que me ayudan a comprender el mundo actual y me ofrecen argumentos para dedicir un comportamiento ético. Hasta ahora los reunía en carpetas, a través de copias y escaneos. Ahora que tengo este blog, he decidido ir colocándolos aquí mediante enlaces. En este caso inicio una colección sobre la Guerra de Afganistán, un asunto que me enoja mucho por la impunidad y el descaro con el que se está desarrollando.
Máximo, El País, 9 de octubre de 2001
Durante la Guerra de Irak la población española demostró que podía llegar a influir en las decisiones de sus representantes políticos a través de movilizaciones (aunque no con toda la efectividad que sería deseable, de modo muy diferido e indirecto). ¿Por qué no podría pasar lo mismo con la Guerra de Afganistán? Y no lo digo por nuestros soldados muertos, la única y triste razón que ahora se esgrime. Lo digo por la guerra en sí, por todo el dolor y todos los muertos. Y la lógica de la guerra, que prepara guerras futuras. ¿Podremos parar otra vez esta nueva guerra en la que participa España? ¿Podremos parar, lentamente, todas las guerras?
De momento, empezaré recogiendo información que considero valiosa y opiniones que me ayudan a reflexionar y ordenar las ideas. Tal vez no inútilmente.
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