sábado, 19 de abril de 2014

Whiltman y León Felipe (lecturas de abril)

He adoptado un nuevo poema primaveral: el Canto a mí mismo (1855) de Walt Whitman, en la versión de León Felipe (él la llamó "paráfrasis") (en el enlace, una edición cortesía de Scribd).
Intentando datar la traducción (1941, cuando ya se había establecido en México, en calidad de republicano exiliado), descubro que León Felipe nació en abril, hace 130 años (el 11 de abril de 1884), y que en el tiempo que trabajó como profesor de Lengua y Literatura Española en la Universidad de Cornell (Nueva York) conoció a Walt Whitman.


Walt Whitman en julio de 1854 (con 37 años), imagen de portada de Hojas de hierba (1855), cuyo primer poema (entonces apareció sin título) era el Canto a mí mismo. Grabado en metal de Samuel Hollyer a partir de un daguerrotipo perdido de Gabriel Harrison.
Fuente: Wikipedia

¿Qué fragmento escoger? Os dejo tres:


lunes, 14 de abril de 2014

Efemérides (14 de abril, otra vez)

Ya sé que hoy es el día de la República (83º aniversario de la proclamación de la Segunda República Española).


Pero me ha gustado mucho el doodle de Google, dedicado hoy al 888º aniversario del nacimiento de Averroes.

Aprovecho para dar publicidad a la campaña en change.org para conseguir que la Mezquita de Córdoba sea de titularidad pública (no propiedad de la Iglesia Católica) y conserve su carácter de Patrimonio de la Humanidad, accesible y multicultural: "Por una Mezquita-Catedral de todos". Ya llevan más de 300.000 firmas, y van a por el medio millón.



lunes, 7 de abril de 2014

La realidad y su refuerzo


"(...) Empezó a trabajar con Rebaudengo, avaro, autoritario, desconfiado. El cual dejó de llamarle inmediatamente Su Merced, y se dirigía a él como Simonini y ya está, para hacer saber quién era el amo. Tras algunos años de trabajo como tabelión (como solía decirse), obtuvo el reconocimiento legal y, a medida que se iba ganando la cauta confianza del amo, se dio cuenta de que su actividad principal no consistía tanto en hacer lo que suele hacer un notario, esto es, dar fe de testamentos, donaciones, compraventas y otros contratos, sino más bien en falsificar testamentos, donaciones, compraventas y contratos que nunca habían tenido lugar. En otras palabras, el notario Rebaudengo, por sumas razonables, fabricaba actas falsas, imitando si era necesario la caligrafía ajena y ofreciendo testigos que reclutaba en las tascas de los alrededores.

—Quede claro, querido Simone —le explicaba, habiendo pasado ya al tú—, que yo no fabrico falsificaciones, sino nuevas copias de un documento auténtico que se ha perdido o que, por un trivial accidente, nunca ha llegado a ser producido pero que habría podido o debido serlo. Sería una falsificación si yo redactara un certificado de bautismo en el que resultara, perdóname el ejemplo, que has nacido de una prostituta de esas de Odalengo Piccolo —y se reía por lo bajo, feliz con esa deshonrosa hipótesis—. Jamás osaría cometer un crimen de ese tipo porque soy un hombre de honor. Claro que, si un enemigo tuyo aspirara a tu herencia y tú supieras sin lugar a dudas que el fulano no nació ni de tu padre ni de tu madre sino de una buscona de Odalengo Piccolo y que ha hecho desaparecer su certificado de bautismo para aspirar a tu riqueza; pues bien, si tú me pidieras que fabricara ese certificado desaparecido para confundir a ese malhechor, yo ayudaría, permítaseme la expresión, a la verdad, probaría lo que sabemos que es verdadero, y no tendría remordimientos".

Umberto Eco, El cementerio de Praga (2010)


Cementerio judío de Praga
     

domingo, 6 de abril de 2014

Vuelvo a abril (balance)

De febrero a abril:
reencontrar la poesía,
correr riesgos,
elegir la libertad.
Y también:
atesorar mentiras valiosas,
desilusionarme,
olvidar, preservar la memoria.


Edward Hopper, "Automat" (1927)


Edward Hopper, "Soir bleu" (1944)
Fuente: psnt.net, science & religion for the perplexed