Carlos Marx, junto a su esposa, dos de sus hijas, y su amigo Federico Engels
"No
se renuncia al programa; lo único que se hace es
aplazar
su realización... por tiempo indefinido. Se acepta el programa, pero
esta aceptación no es en realidad para sí mismo, para seguirlo durante
la vida de uno, sino únicamente para dejarlo en herencia a los hijos y
a los nietos. Y mientras tanto, «todas las fuerzas y todas las
energías» se dedican a futilidades sin cuento y a un remiendo miserable
del régimen capitalista, para dar la impresión de que se hace algo, sin
asustar al mismo tiempo a la burguesía".
C. Marx y F. Engels, Carta circular dirigida a Bebel
y a toda la dirección del Partido Socialdemócrata Alemán,
17-18 de septiembre de 1879
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