Atardece. Dos aviones
han escrito, con tiza,
mi víctor en el cielo.
Fuente: Blog de BeFre, Mi mundo libre
"(...) En Norteamérica, los atentados del 11 de septiembre [de 2001] fueron al principio un acontecimiento en estado puro, realidad rabiosa, aún no procesada por la historia, la narrativa o cualquer cosa que pueda recortar la distancia entre realidad y entendimiento. Sin una historia, somos intensamente vulnerables frente a aquellos dispuestos a aprovecharse del caos para su propio beneficio; muchos de nosotros fuimos vulnerables después de aquel 11 de septiembre. Tan pronto como disponemos de una nueva historia, una nueva forma de entender la realidad, que nos ofrece una perspectiva acerca de esos brutales acontecimientos, recuperamos nuestro sentido de la orientación y el mundo vuelve a ser comprensible".